La cocina de la Costa Daurada bebe del mar y de los productos de la tierra. Cuenta con platos y vinos con denominación de origen muy jugosos. El 'civet' de jabalí, el 'xató', el 'rossejat' de fideos y por supuesto los 'calçots' son platos que hablan de la identidad de estas tierras y de la manera de vivir de sus habitantes.
Si te pones delante de alguno de estos platos tradicionales, ya podrás decir que has probado el trabajo, la cultura y la actitud vital de estas comarcas. Los encontrarás en las ciudades y pueblos de toda la geografía tarraconense según la época del año. Además, los vinos de las diferentes DO tarraconenses completarán la comida. Y no olvides uno de los productos locales más apreciados, los frutos secos.
Si buscas una experiencia gastronómica de primer nivel, tienes decenas de excelentes profesionales de la restauración que te harán disfrutar mientras comes. Cambrils, además, cuenta con dos de los mejores cocineros del país. Les separan unos cientos de metros y los une la estrella Michelin con la que ambos han sido reconocidos. Can Bosch y El Rincón de Diego, cada uno con su apuesta gastronómica, son el mejor homenaje al paladar, que no te puede pasar por alto si visitas la Costa Daurada.
En esta TripIdea te proponemos en un solo día subir al punto más alto de Tarragona y bajar hasta el lugar más profundo de la ciudad. Primero lo verás todo desde la perspectiva que te ofrece el campanario de la catedral y luego descubrirás las entrañas de una ciudad oculta bajo tierra que muy poco han tenido la suerte de visitar.
Consigue una entrada para el Concurso de Castells de Tarragona y ¡disfruta de un espectáculo! Mientras te lo miras con ojos de visitantes, los padres de los niños que trepan hasta la cima de los 'castells' humanos pasan un rato interminable de nervios. Cuando el responsable del grupo da la señal, el 'acotxador' -penúltimo en subir a la torre humana- y el 'enxaneta' -niño que corona la construcción- tienen que espabilarse para coronar el 'castell', subiendo entre piernas y brazos. Cuando llegan arriba del todo, quizá a 7 u 8 metros del suelo, los progenitores se han comido las uñas y no quieren ni mirar.
Vivir el Concurso de Castells de Tarragona desde las gradas, cerca de los protagonistas, pero con una visión privilegiada, es un auténtico lujo. En el año 2010 los 'castells' fueron designados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y para el orgullo de las tierras de Tarragona y de la Costa Daurada el origen en la ciudad de Valls.
El Concurso de Castells es bienal y reúne las mejores 'colles castelleres' de la temporada de toda Cataluña. Es el certamen de referencia del calendario en el que se cuentan los puntos y una se proclama ganadora. Los Castellers de Vilafranca, la Colla Vella de Valls, la Colla Jove de Taragona y los Minyons de Terrassa se han disputado las últimas ediciones, que han acabado siempre con la victoria de los de Vilafranca. Y cada año hay 'castells' nuevos y más retos superados.
¿Has subido alguna vez a un tren que no levanta dos palmos del suelo? ¡En el Parque Ferroviario de Misericordia de Reus es posible! El jefe de estación te mete prisa para que subas. El revisor te marca los billetes. El maquinista repasa todos los vagones para comprobar que todo el mundo está bien sentado en su sitio. Hay padres que tienen que doblar tanto las piernas que las rodillas casi le tocan la cara. En el tren en miniatura pequeños y grandes son bienvenidos. El convoy está a punto de arrancar y se oye el pitido. ¡Piiiiiiip! ¡Comenzamos el viaje!
Un grupo de locos por los ferrocarriles de Reus estrenó en el año 2003 este circuito con 300 metros de vía muy cerca del santuario de Misericordia. Desde entonces los pasajeros, sobre todo los más pequeños, no han dejado de disfrutar de este trayecto en tren, corto pero intenso. Son 3 minutos de paseo por el parque, pero ¿quién ha dicho que no se puede repetir? La iniciativa de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Reus es una buena excusa para acercarse a la zona ajardinada de este Parque Ferroviario, y con un poco de suerte también disfrutarás de la infinidad de maquetas de trenes y maquinaria ferroviaria que se exhiben.
Respira hondo, cierra los ojos y siente como las burbujas te recorren la columna vertebral. Estás sumergido en el agua hasta la barbilla, tumbado, con la mente en blanco, y ahora el burbujeo te hace cosquillas en las cervicales, en las plantas de los pies, en los gemelos… Y en las nalgas notas un chorro de agua que te hace mover la musculatura a un ritmo libre y relajante que no puedes controlar. Estás en Aquum, el centro de spa y wellness de la Pineda, en Vila-Seca, pero dirías que estás en el paraíso.
Perder el mundo de vista es muy fácil cuando estás en la cama de agua de Martinica. O en medio de una ducha japonesa Kunisaki de 360 grados. La vida es demasiado corta para no vivirla lentamente. Las espectaculares instalaciones de este club de bienestar ofrecen opciones inagotables para que el reloj vaya más lento, y dedicar horas al placer más absoluto. ¿Has respirado alguna vez debajo de una escafandra de oxigenoterapia? ¿Has probado los efectos terapéuticos de los baños de vino? Y no, no te preocupes, los niños no se aburrirán. En el spa infantil, apto para criaturas de 5 a 11 años, estarán más que entretenidos.
¿Te imaginas visitar los lugares más fascinantes de Tarragona y la Costa Daurada desde las alturas? En MiniTarraco te convertirás en un gigante entre miniaturas mientras aprendes a querer la historia. Aquí es fácil pasear desde el Puente del Diablo hasta el anfiteatro romano, o de la Catedral a las murallas con la torre de l’Arquebisbe y la de los Escipions. En un espacio más pequeño que un campo de futbol, los pequeños admiraran la Tarragona Patrimonio de la Humanidad y jugaran como si fueran niños y niñas romanos.