Paisajes del vino en el Priorat

BTT entre vinyes

FALSET

Hay pocas rutas en tierras tarraconenses tan bien trazadas como la de los Paisajes del Vino. Para pisar tierra vinícola y gozar del viaje con todos los sentidos, solo tienes que entrar en la web, descargar los mapas, los pdf y los mp3, y dejarte guiar por Marcel y Pepe, los dos amigos que han registrado sus diálogos para compartir el viaje contigo. Te llevarán por los paisajes de viñedos de la Denominación de Origen (D.O.) Montsant, la D.O. Terra Alta, la D.O. Conca de Barberà y la D.O. Calificada Priorat.

Es una excelente manera de saber donde pones los pies en cada momento con una ruta auto guiada apta para todas las edades. Puedes empezarla donde quieras. Cuando abras el mapa de cada D.O. en el móvil o en la tableta, encontrarás unos indicadores para recorrer el pasado, presente y futuro de la cultura del vino de estas tierras y de su gente, que ha vivido históricamente volcada en el cultivo de viñedos.

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El Castillo del Vino de Falset

Coronando un cerro que domina la villa de Falset, se encuentra el castillo de los Condes de Prades, una fortaleza que ha sufrido destrucciones periódicas a lo largo de la historia. El edificio aloja en la actualidad un centro de interpretación del vino. “Yo el vino, más que interpretarlo, prefiero beberlo”, dice uno de los protagonistas de la audio guía de paisatgesdelvi.com que nos lleva hasta aquí. Aunque pienses igual, no puedes olvidar que el vino es ciencia, destreza y arte. Y patrimonio de la Costa Daurada.

Los juegos y audiovisuales interactivos del Castillo del Vino ponen en situación a pequeños y grandes. La historia de elaboración vinícola de estas tierras está muy ligada a la orografía abrupta y a la idiosincrasia de sus habitantes. Desde un balcón audiovisual -un montaje en vídeo espectacular- es posible divisar los viñedos y los bellos pueblos del Priorat. Y si metes las narices en las esferas de los aromas del Castillo del Vino, reconocerás las propiedades básicas del vino del Priorat en cada inspiración. Es un juego sensorial que -este sí- los más pequeños pueden probar. Mediante las pantallas interactivas también puedes viajar virtualmente con las criaturas por una comarca que luego recorrerás palmo a palmo.

Verema

El gusto particular de la llicorella

La comarca cuenta con unos paisajes muy singulares, en los que las cepas dominan un territorio montañoso donde el cultivo es bastante difícil. La llicorella, el nombre local que se da a la pizarra, es la piedra que define la personalidad de los vinos que crecen en estas tierras. En Torroja del Priorat hay un restaurante, Cal Joc, donde venden atractivas joyas hechas con llicorella.

El centro del pueblo de Falset y la plaza de la Quartera merecen un paseo en familia y una copa de vino D.O. en algún rincón. Por poco que preguntes, se te presentará un enólogo ocasional que te detallará las mil virtudes de la uva cultivada en esta comarca. ¡Qué inmenso placer escucharlo con una copa en las manos!

Pero por excursiones excitantes, ¿qué te parece hacer un paseo en segway entre viñedos? No sufras, este aparato tiene tracción en las dos ruedas y encima de él, ¡tendrás la sensación que levitas!

Otra parada muy singular del Priorat es la bodega Saó del Coster, en Gratallops. Fredi Torres, un suizo de origen gallego, cultiva las cepas como se hacía siglos atrás. Su admirable respeto por la tierra hace que las cultive según las normas de la biodinámica. Incluso con la ayuda de un burro que, con esfuerzo, convierte el vino obtenido de estos costeros en un auténtico milagro de la naturaleza.

Siurana

Las vistas desde Siurana hasta el Montsant

Si Falset tiene aromas de vino, Siurana está inseparablemente asociado a otro líquido muy apreciado: el aceite. Desde la capital del Priorat se llega en casi una hora de coche. Cuando tienes la sensación que ya no puedes hacer ni una curva más, te encuentras con el Castillo de Siurana, célebre por ser el último territorio de Cataluña conquistado por los sarracenos.

Este núcleo de solo 21 habitantes censados ofrece unas vistas tan espectaculares que cortan la respiración: un escenario con visión de 360 grados, con el pantano de Siurana a los pies, las montañas de Prades al este, y el Montsant y su valle al oeste. Y si el cielo está claro, detente unos minutos. Olvídate de todo y observa como el sol va creciendo a medida que se esconde con el filtro de los gases de la atmosfera. Una leyenda cuenta que cuando la Reina Mora vio que los cristianos tomaban Siurana, cogió el caballo blanco, le tapó los ojos y se lanzó por el risco. De hecho, todavía hay la huella de la herradura del caballo marcada en la roca. ¿Te imaginas la escena en plena puesta de sol?