Paisajes del vino en el Priorat

El Castillo de Falset es uno de los edificios patrimoniales más bonitos del municipio y acoge ahora el Museo Comarcal, un espacio museístico que nos quiere ayudar a descubrir la historia local, no siempre accesible ya que los grandes relatos siempre se suelen articular desde las grandes ciudades.

De una manera amena, inmersiva e interactiva, podemos conocer diferentes aspectos y momentos de la historia cubriendo una amplia cronología. Desde la muerte a la prehistoria, pasando por el comercio entre íberos y romanos o el naciemiento de Falset en la Edad Media, hasta los tiempos de guerra en época moderna. Además, la preciosa sala que correspondía a la antigua iglesia, a veces, acoge exposiciones, catas de vinos o conferencias. ¡Porque el conocimiento y el ocio deben estar en contacto con la piedra y las paredes que han visto nuestros antepasados!

Si Falset tiene aromas de vino, Siurana está inseparablemente asociado a otro líquido muy apreciado: el aceite. Desde la capital del Priorat se llega en casi una hora de coche. Cuando tienes la sensación que ya no puedes hacer ni una curva más, te encuentras con el Castillo de Siurana, célebre por ser el último territorio de Cataluña conquistado por los sarracenos.

Este núcleo de unas decenas de habitantes censados ofrece unas vistas tan espectaculares que cortan la respiración: un escenario con visión de 360 grados, con el pantano de Siurana a los pies, las montañas de Prades al este, y el Montsant y su valle al oeste. Y si el cielo está claro, detente unos minutos. Olvídate de todo y observa como el sol va creciendo a medida que se esconde con el filtro de los gases de la atmosfera. Una leyenda cuenta que cuando la Reina Mora vio que los cristianos tomaban Siurana, cogió el caballo blanco, le tapó los ojos y se lanzó por el risco. De hecho, todavía hay la huella de la herradura del caballo marcada en la roca. ¿Te imaginas la escena en plena puesta de sol?