Viaje a la tierra de los íberos en Calafell

La amplitud, la longitud y las inmejorables condiciones de la playa de Calafell la convierten en una de las más apreciadas de la Costa Daurada. La calidad de la arena y del agua, la calma habitual del mar y la suavidad de la pendiente en la entrada al baño le han dado desde siempre buena fama entre las familias. De hecho, a menudo se ha llamado a los 5 kilómetros de costa de Calafell como la "playa del biberón".

Además, en época de verano, las playas ofrecen actividades infantiles. Puedes disfrutar de los inflables en el agua, alquilar un patín para dar una vuelta marítima en familia -el padre, por cierto, ¡tiene derecho a abandonar la durísima tarea de los pedales! -, puedes alquilar bicicletas por horas, o disfrutar de un parque acuático. Y atención, progenitores, ¡si lleváis alguna moneda en el bolsillo quedará dilapidada en el quiosco de golosinas!