Si os gusta el misterio y la naturaleza, hay un plan especialmente ideado para vosotros. La Mussara es un pueblo abandonado situado en las Montañas de Prades que siempre ha estado rodeado de historias llenas de misterios. Y es que una de las características de este lugar es la espesa niebla que lo rodea. Y la niebla siempre es un fenómeno romántico, extraño y melancólico. La leyenda explica que personas que han visitado este lugar han quedado desorientadas debido a la niebla, estando unas horas perdidos, y habiendo transcurrido algunas horas más de las que en realidad habían pasado.
Todavía es frecuente la expresión "bajar de la Mussara", que es sinónimo de ignorar hechos muy conocidos. De hecho, la Mussara es un topónimo que viene del árabe musâra, que quiere decir 'paseo, lugar para pasearse'. Es un despoblado actualmente agregado en Vilaplana (Baix Camp) y se encuentra en 990 metros de altitud, a tocar del risco de las Airasses, desde donde se disfruta de una impresionante vista del sur de la Costa Daurada.
Una buena idea es aparcar en el refugio de la Mussara, que está situado junto a las ruinas del antiguo pueblo. Se puede acceder en coche sin problemas y por supuesto andando por numerosos senderos que pasan por aquí como el GR-7. El refugio está bien condicionado y nos podemos quedar a dormir y a comida por precios muy asequibles.
A poco más de 15 minutos andando por un sendero, se llega al núcleo del antiguo pueblo, donde hay ocho edificios, todos en estado ruinoso, excepto la iglesia de San Salvador, que es la única que está algo mejor conservada.
Parece que han pasado muchos años, pero Tarragona todavía conserva muchos de los vestigios de la época romana. El momento en que el esplendor vuelve con más fuerza es durante el Festival Tarraco Viva, cuando los habitantes de la Tarraco del emperador Augusto vuelven a la ciudad para hacer renacer la capital de la civilización de hace 2.000 años. Una propuesta de divulgación histórica imprescindible con Tarragona como escenario principal, uno de los testigos del pasado romano mejor conservados de Europa que la convierten en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Habéis entrado a la preciosa Tarragona romana como si hubierais viajado en una máquina del tiempo. Ahora, os daréis cuenta rápidamente, habéis caído en la Tarragona del máximo esplendor durante la dominación del Imperio Romano. En un día podéis ver monumentos, como el circo, el anfiteatro o las murallas y tenéis diferentes opciones de guías turísticas, que os acompañarán por toda la ciudad.
Tarraco, la actual Tarragona, donde todavía late con fuerza el corazón romano de la Costa Daurada, te propone un viaje en el tiempo para descubrir el esplendor de la que fue capital de la Hispania romana, hoy declarada Patrimonio de la Humanidad.
El Hospitalet de l'Infant y el Valle de Llors es un pequeño paraíso de la Costa Daurada donde la naturaleza y la cultura combinan a la perfección. Desde las turquesas aguas del Mediterráneo, donde puedes zambullirte, hasta las montañas que se convierten en un espacio natural único, para detenerte en el pueblo: El Hospitalet de l'Infant, punto de cruce, durante siglos, para los peregrinos que traspasaban el Coll de Balaguer. ¿Nos acompañas a descubrirlo?
1. Rodeada por un mar de viñedos, la Catedral del Vino de Nulles es una joya modernista de la Costa Daurada, creada por el arquitecto Cèsar Martinell. En ella destacan los arcos parabólicos, que permiten la correcta ventilación de las tinas de obra vista: ideales para el proceso de vinificación.