Del techo a las profundidades de Tarragona

Campanar catedral

TARRAGONA

En esta TripIdea te proponemos en un solo día subir al punto más alto de Tarragona y bajar hasta el lugar más profundo de la ciudad. Primero lo verás todo desde la perspectiva que te ofrece el campanario de la catedral y luego descubrirás las entrañas de una ciudad oculta bajo tierra que muy poco han tenido la suerte de visitar.

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Tarragona, Catedral, Cova, Vistes

Catedral de Tarragona

La catedral y las vistas de la ciudad

La mejor atalaya de Tarragona, en franca competencia con las murallas, es el campanario de la catedral. Hasta hace poco solo los campaneros tenían acceso a esta vista única, pero con la reforma acabada el 2012 ahora también puedes subir tu. Si hace un día mínimamente claro, verás toda la ciudad y todo el Camp de Tarragona. ¡No te olvides de la cámara de fotos!

Una vez aquí, el paseo por la catedral es inexcusable. Puedes entrar por libre con audioguía, o incluso en una visita guiada particular. La fusión entre el estilo románico y el gótico del templo se puede observar en las diferentes estancias y luce especialmente en el claustro. En el estilo de los santuarios cistercienses, encontraréis capiteles con motivos vegetales y otros con escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento y zócalos de estilo morisco.

Restos de más de 2.000 años

Y alerta, porqué una de las paredes del claustro está aprovechada del antiguo Témenos, otra de las joyas del templo. Con la ayuda de un guía o un plano podrás admirar los vestigios más antiguos de la catedral, hoy asimilados en distintas estancias. Si el templo se empezó a construir el 1171 y se consagró el 1331, las paredes del Témenos datan de la época romana. Se cree que son parte de la acrópolis tarraconense, ¡de hace más de 2.000 años! Con la entrada el recinto también se accede al Museo Diocesano, de gran interés por las obras religiosas que contiene.

Si entras al templo coincidiendo con alguno de los oficios, pon atención. El órgano de la catedral de Tarragona es único en Europa por sus dimensiones y su sonido, afinado en una reciente reforma el año 2013.

Y si van con los niños, descárgate este material didáctico y descubrid todos juntos la procesión del gato y las ratas en una de las paredes del templo, o unos Reyes Magos muy perezosos haciendo una siesta en una columna.

Cova Urbana Tarragona

Explora el subsuelo tarraconense

Quizá no tenías ni idea de que Tarragona esconde en las profundidades una cueva urbana realmente espectacular. ¡Pues ha llegado el momento de que la conozcas! No es necesario ser un espeleólogo experto para adentrarse en las entrañas de la ciudad y hacer un viaje al centro de la Tierra a través de cavidades laberínticas que te descubrirán un mundo nuevo.

La Sociedad de Investigaciones Espeleológicas de Tarragona organiza las salidas los sábados y los domingos, con todas las garantías de seguridad. Ellos ponen el neopreno, el casco, el frontal y el seguro, y tú tienes que llevar calzado deportivo, calcetines gruesos y ropa vieja. Con un mínimo de preparación física y un cierto atrevimiento superarás fácilmente los obstáculos de la cavidad subterránea. Las reservas hay que hacerlas casi con un mes de antelación a los especialistas de la SIET.

Una cueva con entrada secreta

La entrada secreta a la cueva está en la cuarta planta de un aparcamiento privado de la calle Gasòmetre. Una vez dentro, alucinarás con las sorpresas que hay a cada metro. Pasarás por enormes salas inundadas, por minúsculos sifones donde tendrás que sumergirte durante unos segundos para continuar el camino, te bañarás en el lago subterráneo más grande de Cataluña, tendrás que reptar por pasos estrechos que no te permitirán ni levantar la cabeza… y todo acompañado de un monitor especialista que aportará la experiencia y la calma por si los nervios se desbordan.

Se admiten criaturas a partir de 12 años –que sepan nadar- y adultos de menos de 70. Las visitas se hacen en grupos de unas 10 personas. Si os atrevéis, cuando lleguéis todos al final del camino, apagad las linternas, haced silencio absoluto, e imaginad como la ciudad continua a un ritmo frenético 40 metros por encima de vosotros.